Muchos laicos y sacerdotes que participaron en el Movimiento de Cursillos en las diferentes diócesis de España, y que estaban entusiasmados con su potencial evangelizadora, se lo llevaron a los países de Latinoamérica.

El primer país fuera de España que recibió el MCC fue Colombia, a través de la Acción Católica, en 1953. Este fue también el lugar donde el primer cursillo de mujeres se llevó a cabo.

En pocos años, el MCC se extendió por todo el resto de los países de América del Sur, llegando a Bolivia, y México (1957), Perú (1958), Venezuela (1959), Ecuador, Panamá y Puerto Rico (1961), Argentina, Brasil, El Salvador, Guatemala y República Dominicana (1962), Chile y Nicaragua (1963) Costa Rica y Honduras (1964), Paraguay (1966), Guyana (1970), Uruguay (1972) y Cuba (1998).

El MCC se extendido a través de las Américas con gran fuerza y vitalidad, y en 1968 en el Primer Encuentro Latinoamericano realizado en Bogotá (Colombia), la formación de un grupo internacional se discutió por primera vez. Se convirtió en una realidad en el Segundo Encuentro Latinoamericano de 1970 en Tlaxcala (México), cuando la Oficina Latinoamericana de Cursillos de Cristiandad - OLCC (ahora GLCC) se estableció.