3 de junio de 2006, Plaza de San Pedro
"Él (el Papa Juan Pablo II) definió "providenciales" vuestras asociaciones y comunidades, sobre todo porque el Espíritu santificador se sirve de ellas para despertar la fe en el corazón de tantos cristianos y para hacer que descubran la vocación que han recibido con el bautismo, ayudándoles a ser testigos de esperanza, llenos del fuego de amor que es precisamente don del Espíritu Santo"